La historia de amor entre la joven Alma Velasco y el jardinero japonés Ichimei conduce al lector por un recorrido a través de diversos escenarios que van desde la Polonia de la Segunda Guerra Mundial hasta el San Francisco de nuestros días. A los veintidós años sospechando que tenían el tiempo contado Ichimei y Alma se atragantaron de amor para consumirlo entero pero mientras más intentaban agotarlo más imprudente era el deseo y quien diga que todo fuego se apaga solo tarde o temprano se equivoca hay pasiones que son incendios hasta que las ahoga el destino de un zarpazo y aun así quedan brasas calientes listas para arder apenas se les da oxígeno.