Antonio y Cleopatra parece ser la obra de Shakespeare que mayor perplejidad y asombro ha despertado en la crítica y en los lectores, y si consideramos que estamos ante un auténtico hacedor de portentos como es el poeta inglés, no estamos hablando de una obra cualquiera. El asombro y la perplejidad se manifiestan en la disparidad de pareceres que ha generado desde sus primeros comentarista, pues aunque no se ha dejado de reconocer su valía artística ni se le ha negado un lugar preeminente al lado de las llamadas cuatro grandes tragedia, con las cuales rivaliza en la cumbre sin poder desplazarlas, no ha alcanzado la aclamación universal ni la unanimidad critica de estas, debido a que sus cualidades excepcionales no siempre han permitido una adecuada comprensión de su singularidad. Uno de los aspectos de la obra que mayor controversia y variedad de interpretaciones ha suscitado es el relativo a la estructura y construcción del drama. Lo que hace tan especial a la estructura de Antonio y Cleopatra es que en ella se dan citas algunos conceptos como los de , y , que toman su nombre de expresiones poéticas de la obra de Shakespeare y de algunos de sus comentaristas. En esta obra Shakespeare intento algo muy diferente de las grandes tragedias que la precedieron y el resultado fue esplendido fresco histórico de grandes proporciones cuyo caleidoscopio cambio de perspectivas desconcierta y maravilla.