La tesis central de esta obra es que la geografía es una fuerza activa, concreta, que deja huellas profundas sobre la invención literaria. Poner en relación geografía y novela es tarea que desvela facetas poco conocidas. En los casi cien mapas que contiene este libro se estudia esta relación desde dos perspectivas fundamentales: el espacio en la literatura (que analiza el París de la "Comedia Humana", la España del Guzmán de Alfarache", o el África de las novelas coloniales...) y la literatura en el espacio (las bibliotecas de la época victoriana o la difusión europea del "Quijote" o de los best sellers ingleses y franceses).