Esta obra está igualmente destinada a aquellos en -quienes la palabra es instrumento de trabajo: abogados, actores, oradores, predicadores, institutores. Los ejercicios de técnica vocal les serán sumamente útiles, pues aligerarán su voz, no sin darle mayor sonoridad, evitando de este modo la fatiga y la ronquera originadas por el uso indebido de la voz hablada. Gracias a la plena utilización de las resonancias y a una articulación prolija y sonora, lograrán un instrumento dócil y dúctil, susceptible de las múltiples inflexiones que constituyen el encanto persuasivo de la verdadera elocuencia.