Una vuelta de tuerca más a esa mezcla de irónico escepticismo existencial y entusiasta desesperación amorosa que caracteriza a la poseía del autor en libros tan celebrados como «Lógica sentimental» y «Sufrir en público». me gusta mirarme en el espejo cóncavo del amor pongo caras hago muecas y soy todo risas carcajadas me deformo tanto que parezco normal