La actuación racional de los inversores se centra en conjugar adecuadamente el binomio riesgo rentabilidad. Para esto es preciso conocer la mecánica de los diferentes mercados financieros y de los productos que se negocian. Como suele decirse el conocimiento es poder. Y es además la herramienta que permite gestionar el riesgo para conseguir decisiones de inversión racionales en mercados y productos financieros.