El autor nos presenta el siguiente itinerario en cada salmo: texto, introducción, desarrollo, oración, frases y preguntas. Gracias a la oración comunitaria de los salmos, la conciencia cristiana ha recordado y comprendido que es imposible dirigirse a Dios que habita en los cielos sin una auténtica comunión de vida con los hermanos y hermanas que viven en la tierra.Dedicatoria: a mi MadrePresentaciónSalmo 26: Sondea mis entrañas y mi corazónSalmo 27: El Señor es mi luz y mi salvaciónSalmo 28: Bendito el Señor que escuchó mi voz suplicanteSalmo 29: La voz del Señor es potente: En su templo, un grito: ¡Gloria!Salmo 30: Te ensalzaré porque me has libradoSalmo 31: A tus manos, Señor, encomiendo mi espírituSalmo 32: Confesaré al Señor mi culpaSalmo 33: Cantad al Señor un cántico nuevoSalmo 34: Contempladlo y quedaréis radiantesSalmo 35: Me pagaban mal por bienSalmo 36: En ti está la fuente vivaSalmo 37: Sea el Señor tu delicia y él te dará lo que tu corazón pideSalmo 38: Señor mío, todas tus ansias están en tu presenciaSalmo 39: El hombre no dura más que un soploSalmo 40: Aquí estoy, para hacer tu voluntadSalmo 41: Dichoso el que cuida del pobre y desvalidoSalmo 42-43: Mi alma tiene sed de DiosSalmo 44: Levántate a socorrernosSalmo 45: Me brota del corazón un poema belloSalmo 46: El Señor de los ejércitos está con nosotrosSalmo 47: Tocad para Dios, tocadSalmo 48: Su Monte Santo, alegría de toda la tierraSalmo 49: El rico, cuando muera, no se llevará nadaSalmo 50: El Dios de los dioses... convoca la tierra de oriente a occidenteBibliografíaÍndice