Sistemáticamente postergadas como cuestión secundaria o subalterna, las razones de la causa de las mujeres se vuelven particularmente difíciles de enunciar y de ser escuchadas en una coyuntura en que los fundamentos de la modernidad occidental, marco de las reivindicaciones sobre la igualdad entre los sexos y de los diversos desarrollos del feminismo, parecen haber entrado en crisis. En la actual lógica de globalización económica y guerras santas, es previsible la regresión de los derechos conquistados por los movimientos de mujeres, incluso en el mundo occidental desarrollado. Una selección de temas que incluye “los núcleos ineludibles de la situación de las mujeres en diferentes sociedades: las consecuencias mortíferas de la negación del derecho a la anticoncepción y el aborto, la discriminación laboral y sindical, la violencia en el seno de la familia, la polémica sobre el carácter de coerción o libertad de la prostitución, la matriz común de opresión que subyace a costumbres arcaicas pero profundamente arraigadas y vigentes, como la mutilación genital, los crímenes de honor y el matrimonio infantil” .