La preocupación por la unidad de los cristianos pertenece al corazón mismo de la Iglesia. No es un capricho de unos teólogos modernos, responde a la oración de Cristo al Padre: que todos sean uno, como tú Padre en mí y yo en ti (Jn 17, 21). Este afán ha existido siempre en la Iglesia, aunque desde el Concilio Vaticano II se ha hecho sentir más su urgente necesidad. Este libro quiere ser una modesta contribuc