El control fiscal es una función pública, autónoma, independiente, técnica y necesaria para el mantenimiento del sistema de “frenos y contrapesos” en un modelo Republicano de separación del poder público. Diseñar, ejecutar y mantener un adecuado sistema de control fiscal es un reto grande en un país en el que la institucionalidad se pone en entredicho de manera reiterada, la legitimidad de las autoridades por parte de la ciudadanía es muy baja, los índices de corrupción medidos por entidades naciones e internacionales, muestran al Estado en los deshonrosos primeros lugares en la región e incluso a nivel mundial