Con estos once relatos cortos Antonio Fortunic ha querido darles voz a diversos personajes tradicionalmente condenados por el orden establecido. De allí que desfilen por aquí drogadictos, homosexuales, prostitutas, sádicos, adictas al porno, incestuosos, transexuales y masoquistas. Todos ellos individuos cuyas pulsiones sexuales tienen profundas repercusiones tanto en sus propias vidas como como en las de aquellos que los rodean. Fortunic se propuso también que sus personajes fuesen representativos de una sociedad tan compleja como la peruana, es por ello que la mayoría están atravesados por esos choques raciales, sociales o culturales tan habituales en el Perú.