cuando innumerables tribus luchan por ser reconocidas en las calles de todo el país, el roto chileno parece estar más vigente que nunca, en un fenómeno urbano que canta y baila un sinfín de cuecas bravas, donde no hay paisaje campestre, chinas de vestido floreado ni huasos de chamanto y espuelas.
"Interesante para conocer un mundo que se ha venido abriendo paso cada vez más fuerte en nuestro folklore urbano...se agradece el aporte."