El psicoanlisis, sobre todo cuando arranca desde el jugar co mo primer gran emergente subjetivo, no se lleva bien con la geometra de formas rectilneas; sus modelos plsticos ms aprop iados son la curva, el laberinto, el garabato, la instalacin : todo aquello que convoca lo irregular, siempre en conflict o con las formalizaciones positivistas, que presionan por un a concepcin del psiquismo configurada con hiperracionalismo y funcionalidad del tipo que promueve amaestrar sujetos ante s que ayudarlos a ser. Pero tambin la tradicin psicoanaltica requiere la reconstruccin de sus fijaciones y dependencias con ideales de cientificidad reduccionistas, sea que apelen a instalar un centro terico que prima el movimiento de la di ferencia .como cuando lo ocupa adems un Edipo normalizador., sea conservando mticamente una referencia pseudobiolgica .v er las pulsiones. que satisfaga aquellas exigencia positivis tas de fundar todo lo subjetivo en lo orgnico. Este libro se dedica a un proyecto de liberacin ya encarado desde hace ti empo por el autor, en un amplio abanico que abarca desde nue vas decisiones clnicas hasta el entramado de una conceptuali zacin muy alejada de la tradicional en esta disciplina.