Un aspecto particular de la conciliación como mecanismo alternativo de solución de conflicto, remite a la amplia gama de problemáticas que contempla tanto en el sector público como el privado. Ello lo convierte en un instrumento de amplia cobertura y utilidad. Se concilia a diario en importantes centros para el servicio de la comunidad diseñados especialmente a ese efecto, pero también se hace lo propio en la cotidianeidad de nuestros hogares por cuanto ante las múltiples dificultades que a diario nos asedian, no nos queda más remedio que conversar, concertar, negociar, acordar, pactar, convenir. El complejo proceso de análisis y de ajustes de ese importante medio de comunicación, va más allá de las meras formalidades implica una comprensión más profunda del ser humano, de sus necesidades, de sus alcances y de las dinámicas institucionales que impulsan los procesos. De ahí que toda discusión sobre este tópico, debe obligatoriamente incorporar una dimensión humanista en su discurso. Sumando esfuerzos, el Instituto de Estudios del Ministerio Público y el Ministerio del Interior y de Justicia por medio de su Programa Nacional de Justicia en Equidad de la Dirección de Acceso a la Justicia desde el 2007 a la fecha vienen impulsando un proceso de acompañamiento a la conciliación y a sus actores.