El accionar del Tribunal Constitucional está reconfigurando la estructura del Estado en el Perú. Esta labor se realiza al mismo tiempo en un espacio de debate crítico y abierto. Se trata, en alguna medida, de una convocatoria abierta a un verdadero panel constituyente, que en muchos casos suscita encendidos debates y provechosos encuentros de argumentos y contraargumentos. Por ello, no parece ser exagerada la afimación –que se ha oído en más de una ocasión en los últimos años– de que el Tribunal Constitucional está refundando las instituciones del Estado Constitucional y, al mismo tiempo, está reconquistando la fe y la esperanza de los ciudadanos en las propias instituciones de la democracia.