En la densidad de la selva, las sombras se confunden con subversivos queacechan bajo el manto nocturno. En medio de un territorio extraño einhóspito, el subteniente Leoncio Goicochea comprueba, junto a sussoldados, el resultado de largos años de violencia: pueblos enterosarrasados en los que apenas se distingue el rancio olor de la muerte.Imágenes que persiguen a Goicochea y que se entreveran con los recuerdosde su vida en Lima. Es 1990 y el país entero se desangra.