El miedo es como el veneno de una serpiente. Puede llegar aáparalizarte, la diferencia es que no sabes de dónde vino el mordisco,áni tampoco en qué momento te inyectaron el veneno; quieres atreverte,ápero hay una vocecita interna que te detiene, dejando,áirremediablemente, a tu cuerpo petrificado. Ella te susurra todoálo malo que podría sucederte si lo intentas, y consigue detenerte. Desnudarálos miedos es la mejor forma de matarlos. Cuando noátienen donde refugiarse, se esfuman.