Son las palabras el material de construcción de la realidad. Inventar nuevas, jugar con ellas, rede finir las que ya existen, es siempre un reto pendiente al que en algún momento todo escritor debe atreverse. Con la principal pretensión de excitar la imaginación y arrancar una risa al lector, Alejandre afronta aquí el desaf ío con un millar de vocablos, intentando humildemente seguir la estela de grandes afor