Al regresar cansado del trabajo, Brian McKechnie no espera, desde luego, encontrar a su mujer atada a una silla y la casa oliendo a quemado. Y no sólo eso. Tampoco espera recibir la llamada del seño Salvatore, un camorrista que pretende extorsionarlo. Puesto que el comisario Sullivan no parece estar a la altura, McKechine decide contratar a Duffy, un expolicía convertido a detective privado. Nuestro héroe tiene un pasado bisexual tumultuoso que ya le causó varios desaguisados cuando era policía. Ahora, las pesquisas lo devolverán al sensual barrio del Soho, donde se concentran clubes de striptease, cines porno y dudosos centros de masaje. Tras todos estos años, las cosas no parecen haber cambiado mucho. Allí todavía siguen viejos compañeros como la prostituta Renée. Sin embargo, a Mr. Salvatore no le gusta demasiado que la gente meta las narices donde no debe. Detrás del pseudónimo de Dan Kavanagh se esconde uno de los grandes escritores anglosajones de nuestro tiempo. Por eso, esta novela encuentra un equilibrio perfecto entre suspense e ironía, y Duffy es un personaje a la altura de los fans del hard-boiled, pero también de quien quiere disfrutar de una buena novela policíaca.