el árbol de las casas vacías es una serie en que caraballo lleva con maestría su originalidad sin declive y el carácter vivencial, integrándose a sí mismo al artilugio tiempo-verbal, en medio del torrente semántico que usa como vía para conformar su propia máquina del tiempo, y en la cual, se apresta a viajar a los recónditos parajes de su perentoria entrega, con la que se proyecta como esencia de su gran necesidad de tiempo y espacio; poema deconstruído y reconstruido, haciendo uso de la historia autónoma de un tiempo creado y sus circunstancias más íntimas.he sido sembrado con las mismas raícesy el mismo abono ancestral,solo siento un techo de olivos en cada nochesolo una puerta de bisagras duales y silenciosas.una sola catedral de piedras para mi religiosidady un solo cuartoy una sola mesala misma mesa de madera donde soy mendigo