Henry Jekyll, afamado erudito de la ciencia y de reputación impecable, cuestiona constantemente la dualidad moral del hombre, y decide entonces emprender un camino científico en busca de un método que le permita disociar las personalidades opuestas que tenía dentro de sí. Con el éxito en sus manos, descubre que pueden hacer realidad sus deseos más perversos sin que su prestigio se vea estropeado; pero esta dicotomía artificial trae consigo las consecuencias de desafiar la naturaleza.