Hubiera dado crédito a mis ojos, habría gritado; pero al principio no lo hice. Me parecía imposible y estaba paralizado de miedo. Era un terror destilado, sin conexión con el peligro físico. En El corazón de las tinieblas, la corruptibilidad humana es revelada mediante un relato que gira en torno a la personalidad de un personaje enigmático (Kurtz), y al lugar donde este hombre arroja su dignidad y se aferra a la voracidad, ya sea de bienes, de poder o de placer en el dolor. Pero ¿cuál es el horror que finalmente desgarra a Kurtz? ¿Su propia obra? ¿Las órdenes que aceptó cumplir? ¿La facilidad con que se despojó de lo mejor de su humanidad para acometer con naturalidad el descenso hacia los infiernos?. Este relato de JOSEPH CONRAD (Ucrania, 1873 - Inglaterra, 1924) es una clara demostración de que el hombre puede, voluntariamente, marchar hacia el corazón de sus propias tinieblas. Y que esa marcha resulta bastante atractiva.