Cuando Gran Bretaña se despertó con la noticia del desembarco, la declaración formal ante la Cámara de los Comunes recayó sobre su Primer Ministro, Winston Churchill. Aunque Churchill era consciente de la enorme responsabilidad que tenía para con los soldados británicos y los civiles franceses, apenas compartiría las conversaciones, sus pensamientos y sus decisiones. Los lectores vivirán el Día D como la vivió el propio Bulldog británico.