Para provocar el espanto del lector, Poe indagó en los recodos más oscuros de la mente humana: de ella proceden las imágenes delirantes que inducen al asesinato a los protagonistas de algunos relatos (El gato negro y El corazón delator) y en ella se incuba el deseo de venganza que culmina en crímenes atroces (El tonel de amontillado y Hop Frog). En todos estos relatos, en fin, brilla el genio literario de Poe, maestro inigualado de cuentistas.