Tras la muerte de su padre, el adolescente Benny Oh empieza a oír voces que provienen de los objetos que hay en su casa: un zapato deportivo, un adorno navideño roto, un trozo de lechuga marchita. Aunque Benny no entiende lo que dicen, sí percibe las emociones que transmiten: unas agradables, otras en cambio son maliciosas y están llenas de dolor. Cuando su madre empieza a acumular cosas de manera compulsiva, las voces se convierten en un clamor. Beny se refugia en el silencio de una gran biblioteca pública, donde los objetos hablan en susurros. Allí se enamora de una fascinante artista callejera que usa la biblioteca como escenario para sus actuaciones y conoce a un poeta filósofo sin hogar que lo anima a hacerse preguntas importantes y a encontrar su voz entre todas las demás.