Alina, una joven pintora, se ve envuelta en una sucesión de extraños acontecimientos desencadenados a raíz de la muerte de su padre, poseedor de un excepcional libro de alquimia. En esta novela se combinan con maestría y amenidad las piezas de una trama policíaca muy bien elaborada y un elemento fantástico: la existencia de una verdadera piedra filosofal. Perteneciente al género literario de la novela negra, el autor mantiene la tensión hasta el último momento, dejando entrever a lo largo de la obra el triunfo de valores como la amistad desinteresada o el amor, frente a las debilidades y flaquezas propias de la condición humana.