El taller, el templo y el hogar

Reseña del libro

La carrera desbocada que nos impone un estilo de vida en donde todas las acciones y los proyectos tienen como meta el producir riqueza monetaria para alguno o algunos es el motivo de reflexión de los nueve ensayos que componen este libro de William Ospina. Una humanidad con profundos abismos en el panorama de oportunidades sociales y vitales, una naturaleza cada vez más amenazada y arrinconada, unas relaciones y experiencias humanas empobrecidas, reducidas a su mínima expresión, a su más grosera expresión, todo lo grande que implica el existir, el ser humano, el habitar y el cohabitar, y que hoy se cambia por unas monedas que dirigen el curso de millones, sobre todo ello William Ospina tiene algo que decir, que proponer, su vehículo es la palabra y su única garantía la memoria, que aún no perdemos del todo, la frágil pero heroica memoria en la que podemos reconocernos, encontrarnos y depositar un poco de esperanza, como lo hicieron los hombres-libro de Fahrenheir 451 que nos dejó Bradbury. “Pero no es por salvar las reliquias del pasado, de las edades heroicas y de los bellos sueños de una humanidad más lenta y más sencilla por que hay que resistir y buscar el renacimiento de lo sagrado: es porque en el vértigo de este remolino de desmemoria y de escombros, cada vez parece más cercano el colapso. Y si bien el planeta podría persistir sin nosotros, girando con su cementerio de hazañas, de inventos y de cosas bellas en las tinieblas de la noche cósmica, algo en nosotros se resiste a aceptar que renunciaremos a tanto por tan poco, y que habiendo tenido en nuestras manos el mundo generoso de Whitman y de Shakespeare, nos hayamos resignado al mundo mezquino de la vida sin sueños y de la muerte a plazos”.