Durante más de un siglo, la Iglesia antigua no dispuso de más Escritura que la Biblia judía. Sin embargo, el acontecimiento Jesucristo dio origen a una abundante literatura. Llegaron entonces los difíciles problemas de las normas que autentificasen la fidelidad de la interpretación, y se fue constituyendo progresivamente, el conjunto reconocido como "corpus del Nuevo Testamento"IntroducciónI. EL RECURSO DE LAS ESCRITURAS1. Leyendo a los Padres apostólicos2. Justino: una lectura que no es judíaII. APOCRIFOS Y CANONICIDAD1. Un poema: Las Odas de Salomón2. La literatura apócrifa y las Escrituras3. El Canon de Muratori4. Utilización de las cartas paulinasIII. BAJO EL RIESGO DE LA INTERPRETACION1. Caminos arriesgados2. El nombre de cristiano en un mundo hostil3. Celso y la Escritura: Celso4. Leer de otro modo: la lectura gnóstica5. Ireneo: "Esas Escrituras totalmente espirituales"IV. EL EVANGELIO BAJO EL RIESGO DE LA HISTORIA1. La apocalíptica en el siglo II2. Las Actas de los mártiresMIRANDO HACIA ADELANTE: CUANDO SE NOS HA DADO LA PALABRA