La Laguna se convirtioÌ en un espacio agriÌcola de creciente importancia a partir de 1870. En menos de dos deÌcadas se convirtioÌ en proveedora fundamental del algodoÌn que utilizaba la industria textil autoÌctona, y en abastecedora de semilla para elaboracioÌn de aceite y derivados. Desde los mismos años 70 del siglo XIX, a la vez, comenzoÌ a recibir inmigrantes que hablaban lenguas diversas. Entre ellos abundaron los de origen español. Capitales provenientes de otros puntos del norte --en especial de Monterrey y Chihuahua-- estimularon el auge del cultivo que habriÌa de marcar la historia de la Comarca. Dentro de ese escenario, y sin olvidar otros actores (JoaquiÌn Serrano, Santiago LaviÌn, TomaÌs Mendirichaga, Ulpiano Ruiz LaviÌn), se describe y analiza uno de los casos maÌs destacados en tiempos de Porfirio DiÌaz: el del vasco Rafael Arocena, cuya trayectoria como gran terrateniente y sus herencias se estudian de manera especiÌfica.