Este libro analiza la realidad, muchas veces idealizada, de Cartagena de Indias durante el siglo XVII. Para ello, se tiene en cuenta la presencia de la monarquia, a traves de sus representantes; su funcion como base defensiva en el Caribe y en cuanto al comercio del virreinato del Sur; y, por ultimo, como un mercado de comercio de esclavos tanto para el abastecimiento de la ciudad como del Nuevo Reino de Granada y del virreinato del Peru. Entre los problemas con los que se encontro la urbe caribeña destacan los asaltos de Drake y Pointis, que obligo a construir sus murallas y fuertes para protegerla, y la ruptura de la unidad peninsular, que privo a la ciudad de unos ingresos sustanciales por el comercio de esclavos.