Nuestro cerebro es una suma de engranajes, perfectos cuyo funcionamiento nos permite ser y estar en el mundo. Este funcionamiento abarca una serie de procesos conocidos como funciones cognitivas, que incluyen aspectos como el lenguaje, el cálculo, la atención, la memoria y otros muchos. La estimulacion de estas funciones comienza- o debe comenzar- a la más temprana edad, y no debe finalizar hasta el día en que dejamos de existir. Sin embargo, existen situaciones en las que es necesaria una estimulación consciente, directa y dirigida. algunas de estas situaciones pueden ser las siguientes: Patologías de la infancia, lesiones cerebrales, accidentes cerebro-vasculares que dejan una huella en nuestro sustrato cerebral, patologías como el alzheimer y otros tipos de demencias. En estos casos se hace imprescindible una estimulación más específica y controlada que la que pueda proporcionar el medio que nos rodea. para estas situaciones está creado el Programa de Estimulación Coginitiva.
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