Es indudable que nadie está preparado para aceptar y asumir ciertas realidades difíciles y complicadas como el consumo de drogas por parte de un ser querido. De ahí que la primera reacción consista en negar esa realidad. En la actualidad, debemos enfrentar un mundo complejo donde nos vemos desbordados por información y conocimiento de distintos estilos de vida en los cuales todo o casi todo está permitido y aceptado como parte de las diferencias y supuesto sentido de la libertad. Es cierto que la capacidad de diferenciarse, ser uno mismo y manifestarse mediante el libre albedrío, forma parte del "SER". Pero la verdadera "LIBERTAD" debe significar tener la posibilidad de optar por caminos que representen mejor capacidad de actuar y no permitir algún estado que merme nuestra iniciativa o genere dependencias que, son siempre perjudiciales a corto o largo plazo para el desarrollo del "SER" en la manifestación máxima de su iniciativa, desarrollo y creación de vida. Hoy en día, tenemos acceso a numerosas posibilidades en muchos sentidos: sabemos de dónde venimos, cómo fueron nuestros ancestros, qué valores hicieron parte de las familias y tantas otras cosas realmente Importantes= para definimos como un "SER" (en muchos sentidos pero sabemos ... en lugar de todo sentido: sabemos). Uno de los tantos flagelos que hoy restringen el sentido real de "LIBERTAD", en nuestra sociedad, son los comportamientos adictivos en general.