Más que tener historia, somos historia. Ahora bien, ¿qué implica, en profundidad, asumir tan radical afirmación? El texto, tomándose en serio el problema, nos sitúa en la encrucijada de tres perspectivas diferentes y difícilmente reconciliables. La Filosofía de la Historia cree poder narrar un devenir mundial con sentido gl obal. El Historicismo, rechazando la idea de totalidad, se resigna a afirmar la inconm