Nuestro paisaje industrial ha sido un escenario de minas e industrias siderometalúrgicas donde las mujeres estaban ausentes de los mercados de trabajo vinculados a los sectores emergentes. A pesar de la masculinización del mercado industrial, esposas y madres realizaban trabajos remunerados que eran una prolongación de &laq uo;sus labores» y que les permitían compatibilizar trabajo doméstico y cuidado de los