Para que una historia ficticia se convierta en leyenda urbana es preciso que se difunda de forma espontánea, que la información alcance cierto reconocimiento popular, y que adquiera un carácter claramente internacional. Con tal definición, Liliana Cinetto ha capturado historias que provocarán más de algún temor en los lectores. Por este libro deambulan seres demoníacos, carreteras misteriosas, estaciones de Metro que no existen, casas reconocidas solo en sueños, viejos cementerios y ruidosos sal