Figura capital de las letras argentinas, Ernesto Sábato (I 911) desborda los marcos habituales de referencia tanto por los saberes que domina como por la peculiar utilización- que hace de los géneros literarios, de forma que su narrativa y sus trabajos de pensamiento constituyen el anverso y el reverso de una misma textura ideológica y existencial, Hombres y engranajes (1951) examina el largo camino recorrido por la cultura occidental desde el Renacimiento a impulsos de la doble influencia del dinero y de la razón, y hace un llamamiento para edificar sobre sus ruinas una nueva y vasta síntesis. Heterodoxia (1953) se ocupa con agudeza de una gran variedad de temas: la contraposición entre masculinidad y femineidad, la imposibilidad de poner puertas académicas a los idiomas vivos, las diferencias entre verdades lógicas y valores éticos, los estragos del cientifismo, etc.