Los esfuerzos por humanizar y democratizar el quehacer de los medios electrónicos y digitales no son nuevos. Han existido alrededor del mundo desde el siglo pasado. No obstante, poco se ha avanzado, y la sociedad sigue expuesta a la desinformación, contenidos mediocres y á usar, cada vez con más frecuencia, las redes sociales sin conocer que detrás de todo ello existen seres humanos que las orientan a pensar y realizar aquello que conviene a intereses económicos y políticos que son ajenos al bienestar de los usuarios de esas redes.