El protagonista de La isla de los dólmenes había alimentado de joven nobles ideales para una vida que preveía destinada al arte. En la Mallorca de los últimos sesenta años, este personaje se verá tentado por otras perspectivas, en las que los ideales no tienen ninguna posibilidad de sobrevivir. Explorará, a través de la política, un mundo de corrupción, desierto de valores éticos, un mundo al que es extra