¿Existe en el islam de hoy un desgarro entre modernidad y tradición, originado por una relación histórica perversa entre religión y política, lo sagrado y lo profano? Efectivamente, así lo parece en diversos aspectos. Esta obra, sin embargo, propone un punto de vista distinto, al considerar el dilema falso: ni la modernidad lo es en todas sus consecuencias –limitándose a ser un mero barniz formal sólo útil para la reproducción de las elites políticas y para legitimizar la corrupción y la dictadura– ni la tradición, la que se evoca, deja de ser un invento moderno. Islam y política penetra en las causas de esta situación, y desde luego no la encuentra en ninguna tara originaria, sino en circunstancias históricas: «.el origen del desorden. es el fruto de las políticas culturales contemporáneas. expresión de una educación y una cultura modernas, devaluadas, incoherentes e irracionales, fruto a su vez de una modernidad caótica y desarticulada». Quiebra política, pues, y al tiempo quiebra ética y cultural, ante las que la respuesta de las masas ha sido el regreso a la religión, entendida como alternativa ideológica y política. Modernidad pervertida o islamismo. ¿Es ese el dilema? Esta obra propone una forma de desbordarlo, a través de la reivindicación de una nueva cultura política que rompa decididamente con la tradición autocrática, que regenere la moral social y que aborde, de acuerdo con una tradición reinterpretada pero no falseada, el papel social de la religión.