Hace cien años, la familia real de Radalash quedó maldita por la última bruja que sobrevivió a la cacería que se organizó contra ellas. Guardada como un secreto, esta maldición consumía la vida de los herederos varones de la dinastía Nasi, dando paso a reinados muy cortos y dejando que, lentamente, el reino se fuese derrumb ando, silenciosa e imperceptiblemente... permitiendo que la maldición siguiera vigente