Este libro ofrece una mirada ácida sobre la arquitectura convertida en representación del poder y arma propagandística; una reflexión crítica y polémica sobre las relaciones —interesadas, turbias, tensas— entre los arquitectos y los poderosos a Io largo del convulso siglo XX, y sobre los excesos de la arquitectura moderna, representada por nombres como Le Corbusier, Albert Speer, Philip Johnson, Norman Foster, Frank Gehry, Yung Ho Chang, Arata Isozaki, Rem Koolhaas, Daniel Libeskind.