La concursante triste. Yo le hablé primero al poeta. No con la intención de hacerme amigo, sino por conocer de su relación con Valeria y saber a qué atenerme. Dicen que el primer amor nunca se olvida. A veces tumbado en la cama pienso en Valeria y lamento no haber tenido el talento de haberle escrito unos versos. Al poeta lo asesinaron de un tiro. Quizás hubiera terminado siendo un gran poeta, ¿Por qué no? Todo poeta vive en la luna, son unos románticos y el mundo sin románticos es un mundo aburrido. Los reclamos del alma. Toda justicia o injusticia comienza y termina en el ser. Y todo juez de si mismo halla textos evasivos. Yo hice lo mismo. ¿Y mi conciencia? ¿Dónde y cómo quedaba? Es viable hallar justificaciones cuando las deseas. Algunas frágilmente sustentadas, pero justificaciones al fin. Lo malo es que las dudas tienen la sórdida costumbre de negarse a desaparecer. Son persistentes, repetitivas como la migraña. Toda traición a tu conciencia eventualmente te lo recrimina. Son los reclamos del alma.