¿Responde la escuela a las exigencias de nuestro tiempo? ¿Es el espacio escolar el lugar de encuentro de las voces diferentes de la cultura? ¿La institución educativa expresa, con rigor, el ideal moderno de democracia? ¿La inclusión se traduce en hechos concretos o es sólo una palabra sin contenido? La escuela emergente: tejido de relaciones espaciales nos sitúa en este panorama. En sus páginas se destaca el valor y la importancia del diálogo en la educación. La escuela -se recuerda allí- es un espacio complejo, en el que interactúan diferentes actores. Su mirada, desde la noción de poder, es necesaria si queremos develar sus límites y posibilidades, esa reveladora dialéctica orden-desorden, que la constituye y caracteriza. El libro llama a conceptualizar y repensarla, como respuesta a la dinámica y movilidad del mundo contemporáneo. Desde referentes como el pensamiento complejo [Morín] y la pedagogía crítica [Freire-Giroux], devela, fundamenta y problematiza, el fenómeno educativo. Trata, en una forma seria y en un estilo sencillo, temas concernientes a la escuela, la sociedad, el poder, la inclusión y la democracia. Estamos ante un texto de gran importancia, que debería ser leído por todos aquellos a quienes concierne una educación con sentido crítico, emancipador.