en la mayor parte de los países de américa latina, salvo muy escasas excepciones, el proceso privatizador es una tendencia dominante y aparentemente indetenible. sus secuelas son bien conocidas: acumulación de capitales extranjeros, estrategias multinacionales, exclusión y pauperización crecientes.el futuro, sin embargo, está abierto y, en este como en otros casos, la gran pregunta no tiene todavía respuesta: ¿podrá la globalización arrasar las economías nacionales o hay nuevas fuerzas en el horizonte capaces de orientar a los países en la vía de un desarrollo sostenido y autónomo?.