Este libro presenta el argumento definitivo contra la religión. A través de una interpretación social y biológica del fenómeno religioso, se demuestra que los religiosos, ejercen su poder sobre su grupo del mismo modo que los generales sobre los soldados. La adoctrinación desde la infancia es uno de los pilares sobre los que se sustenta su poder, pues la obediencia se basa en la pertenencia a un grupo jerarquizado. Los fieles obedecen ciegamente a unos ministros religiosos que interpretan los textos y los dogmas según sus necesidades. Las religiones con sus documentos, casi siempre incomprensibles, amorales y caducos, necesitan que estos déspotas y autócratas interpreten los textos e impongan su ley. Además necesitan adoctrinar a los niños desde la cuna para esclavizarlos a su grupo religioso desde nada más nacer para que queden atados y no puedan escapar. El daño que la religión ha causado a la sociedad, desde las Cruzadas hasta los atentados del 11S, 11M y 7J es incalculable.