Durante los días 11 y 12 de mayo de 1931, Málaga vivió horas de angustia y desorden en lo que se denominó la quema de los conventos. La pastoral promonárquica del cardenal Segura del 2 de mayo de 1931, y los sucesos del 10 de mayo en Madrid, provocaron el estallido anticlerical de Málaga al día siguiente. Las masas se lanza ron a la calle de forma incontrolada y se produjeron saqueos e incendios de iglesias,