En este libro se intenta transitar un camino que no se ha andado demasiado en la academia española: el estudio del divorcio y sus efectos intergeneracionales desde una perspectiva sociológica y empírica. La intención de los autores es la de plantear públicamente la necesidad de estos estudios para afrontar en las mejores condiciones los efectos sociales que genera el divorcio; y poder trabajar en pro de que la cifra de divorcios no se dispare, como ha sucedido en otros países.