Lobo es un niño que, en el campamento de la ladrillera El chino, busca encontrar la alegría en medio de un trabajo desolador. Al no saber quienes son sus padres, se le entrega la libertad de escoger su propio nombre. Decide llamarse "Lobo". Así asistimos a una historia de vida que mezcla ternura e inocencia con los días grises de los niños explotados. Somos testigos del crecimiento de Lobo, de sus aventuras en la adolescencia, entre amores no correspondidos y el sueño de un trabajo estable, hasta llegar a la adultez donde lucha por entender su origen se vuelve crucial. ¿Logrará encontrar su verdadero nombre? ¿Hallará el calor humano que no recibio de niño? Cada página de Lobo sin nombre nos recuerda nuestra propia lucha por comprender nuestra misión en la vida, por eso las aventuras de su protagonista nos conmueven y nos impulsan a leer hasta el final, a buscar junto con él la luz al final del túnel.
"Lobo sin nombre es una bella e inspiradora historia. Está muy bien narrada, su prosa a ratos se vuelve poética y uno la agradece pues mitiga el dolor que produce el tema de la compra, robo y esclavitud de niños Un pequeño gran detalle: le faltó cuidado editorial: concordancia en tiempos verbales, faltan tildes. Ojalá para su segunda edición atiendan ese aspecto. ¡Muy recomendable!"