El libro de Abraham, con los facsímiles, constituye una escritura muy singular a los Santos de los últimos días. Aumenta considerablemente nuestro conocimiento sobre el plan de la felicidad. Nos ayuda a comprender nuestra vida premortal. Ilumina la creación de la tierra y los cielos, que fueron creados para nosotros. Revela la magnitud y la magnificencia de la creación. Su contenido está también relacionado con nuestra experiencia de culto del templo. El profeta José Smith obtuvo los papiros egipcios en julio de 1835, pero esperó siete años antes de que publicó su traducción, sólo unas pocas semanas antes de que realizó la primera dotación de templo en nuestro dispensation. Lo proporciona un medio para él ilustrar a los Santos, en un formato de escrituras más completado, un breve vistazo de la experiencia de culto de hermoso templo que pronto estarían disponible para ellos. Nada sagrado se discute en este texto. La santidad del templo es honrada y preservada. Este texto se proporciona de manera reverencial, una vista escritural de los facsímiles del libro de Abraham, presentado por el profeta José Smith en sus "explicaciones".