En si primer libro de cuentos, Operación Afrodita, aparece un relato de Gustavo Dessal (Presentimiento) que incluyo entre los más terroríficos que leí en mi vida de lector de cuentos. Una historia cuyo poder de generar intriga y desazón, y su contacto despiadado con el absurdo más cruel, supera a uno de mis relatos prederidos: La puerta condenada, de Julio Cortázar.